Por la Redacción de Contactonqn

Raúl Porchetto, una de las figuras centrales del rock nacional de los ’80, grabó «Che pibe vení votá en 1982, en los últimos dañinos estertores de la dictadura militar. Si escuchás atentamente, ironiza sobre esta apelación de los adultos rancios que habían colaborado directa o indirectamente con el caos y la desolación de aquella época.

Pero como siempre sucede con una obra artística, después de parirla, se construye indefectiblemente a partir de un otro/otros, y así pasó con esta pieza musical: mientras algunos tomaron la letra en forma literal como una invitación a votar, otros la entendieron como una especie de llamado de atención o reclamo de mayor participación de la juventud en la vida política y social argentina, oportunidad que se propiciaba con la vuelta de la democracia. Es decir: que no usaran a los jóvenes solo para tomar un fusil e ir a la guerra, como en el conflicto de Malvinas, o que su participación se limitara a ir a votar. Lo bueno, más allá de las interpretaciones, es que antes y ahora el tema sirva para pensar, debatir y dar participación a los jóvenes.

La herida abierta de Malvinas (que por cierto, su tema «Reina Madre», aún conmueve hasta el alma y fue una denuncia sobre la sinrazón de la guerra, en la que llevaron a nuestros hijos al matadero), continúa con la misma línea que la letra de «Che pibe…». DEJEN DE USAR A LOS JÓVENES.

A 40 años del regreso de la Democracia en Argentina recordamos este tema, en el que también rescatamos el tono irónico, porque nuestros jóvenes aún esperan tanto, y necesitamos decirles que no hay que irse, que aquí está su hogar, y darles las condiciones para que puedan ser los adultos que quieren ser. La palabra «esperanza» tiene que volver a tener sentido, como otras palabras no menos importantes: «valores», «amor»; y también «involucrate», «no bajes los brazos», «informate», «lee entre líneas», «analizá con sentido crítico», «no todo es lo mismo». En realidad, esto excede a la juventud: es lo que deberíamos hacer todos y todas.

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